martes, julio 11, 2006

Enfermedad

Hola! Los últimos 3 días estuve enfermo. El sábado por la noche estuve bastante desabrigado al aire libre, y el domingo me comí unos fríos considerables también, pero sospecho igualmente que las enfermedades no tienen que ver (al menos principalmente) con condiciones físicas, sino con procesos integrales, con un fuerte elemento "psicológico". Si les interesa la perspectiva y quieren un enfoque desarrollado muy muy interesante, les recomiendo el libro "La enfermedad como camino", de Rudiger Dahlke y Thorwald Dethlefsen (los escribí de memoria; no deja de asombrarme cómo puedo acordarme esos nombres y olvidar tantas otras cosas), ahí está bien desarrollado el enfoque.

En todo caso, fue un viaje raro. Soy un poco reacio a que apenas se altera algo en mi fisonomía, sumergirme en océanos de pastillas, así que no tomé nada. El domingo empecé a sentir que mi sistema se desestabilizaba, esa sensación que creo que todos conocemos, como de viaje de ida, que uno ya se ve la fiebre, los chuchos de frío y lo que se viene. Supongo que será gripe. En todo caso, fue un viaje extraño. Esa misma noche, estaba en un estado rarísimo, acostado, intentando relajarme y "conectarme" con las sensaciones anómalas que la enfermedad dispara en nuestro cuerpo y mente, intentaba "entregarme a la enfermedad", integrar lo que tuviera para decirme. Creo que la clave de esto se encuentra en "dejarse llevar" y preguntarse por qué es lo que surge, no hacer una operación intelectual. Las noches con fiebre son extrañísimas. Pasé gran parte del tiempo en un molesto estado entre la vigilia y el sueño, con una sensación de deseo de moverme, pero sentía que debía confrontar el estar quieto. Mi mente vagaba con este estado intermedio también, era horrible que cierto balance mental se moviera para todos lados, entre fantasías extrañas.

Una situación y sensación que aparecía constantemente era una en la cual yo parecía ser un chiquito de unos 3 o 4 años. Parecía estar en las bambalinas (o backstage para que suene más cool y del 2000), entre sombras, escondiéndome de la gente que pasaba. La sensación era de impotencia, temor a mostrarme, estaba siempre huyendo, escondido. El tono general de todo era ocre, tipo sepia. Ya venía con unos sueños MUY raros antes, tonalizados por una situación parecida, quizás tuviese algo que ver. Supongo que ese chiquito seré yo mismo, y que ese clima, esa vivencia de temor y ocultamiento, de huida, tiene mucho que ver con cierto complejo que me lleva a estar en cierto modo frenado en la productividad de mi vida, como simplemente de espectador de una obra que se desarrolla, casi nunca protagonista. Creo que esto se me impuso en esta enfermedad, y que la inmovilidad a la que fuerza la enfermedad es un camino hacia la obligación de confrontar estos aspectos ocultos pero operantes.

Y para aquellos con intrigas sobre significado de sueños: ¿con qué podría asociarse un sueño en el que se me aflojan varios dientes, luego siento que puedo sacarme la dentadura, me la saco y sale con cráneo y todo, pero yo mantenía mi dentadura y cráneo, y era el cráneo de un animal, como un gato o algo así, era estirado.

Si quieren, prueben cuando caigan enfermos (tocar madera, claro, pero es una idea nomas) de relajarse y no intentar huir o tapar el dolor, de abrirse a él, "parir" lo que haya que parir, dar cuenta de lo que carga esa situación. Si no es la "causa", al menos es un experimento que da algun sentido aunque sea experimental o curioso al aparente sinsentido del sufrimiento.

Saludos!!!

martes, julio 04, 2006

Dificultad para crear

Creo que mi inquebrantable dificultad para crear tiene que ver fundamentalmente con dos cosas: inconstancia, y, debo aceptarlo, que aún no conozco bien algunas partes mías profundas... cierta sinceridad me impide hacer algo que no siento expresión de mi ser interno, y la verdad es que mis mareas de estados internos oscilan bastante de un lado para otro.

Me viene una y otra vez una imagen que recibí alguna vez. Creo que originalmente fue en una práctica con didgeridoos, donde comentaron que los dibujos que adornan los didgeridoos de los pueblos "indígenas" de Australia no son azarosos, sino que son plasmaciones de imágenes que han "hecho suyas" en viajes por el "DreamTime", el espacio alterno de realidad al que se accede por distintos medios. Esto es, son plasmaciones de imágenes internas, aspectos de la propia realidad, del propio misterio, centros de poder, que han integrado. Son "suyas" en un sentido muy diferente del de elegir una imagen al azar, o porque le "gusta" un poco al yo ordinario. Igualmente escuché esto de las imágenes de los tatuajes de muchos pueblos indígenas. Y otra idea similar que algunos instructores de canto transmiten, que uno debe "encontrar su voz". Esta es una idea muy interesante, si se la considera un poco... uno normalmente no habla con su "verdadera voz"... bueno, una lectura superficial no dice mucho, pero tiene niveles muy interesantes de captación... ¿Qué quiero decir con esto? En relación a lo que siento con la creación, probablemente no he "encontrado mi propia voz", sólo siento una necesidad muy fuerte de plasmar, de materializar, pero aún no se me hace claro QUÉ. Qué imágenes plasmar en mis tatuajes (metafóricamente, aunque el tema tatuajes me está interesando). Quizás los sueños sean un ámbito interesante para explorar en busca de tramas, dramas e imágenes cargadas del mundo interno.

Quizás mi desesperación por hacer y hacer me mantiene alejado de la "cacería interna", de cierto trabajo interno real, y termino estancado en esa horrible sensación de que no pasa nada.

Igualmente, sospecho que todo este asunto de "no puedo" no hace más que mantener toda la estructura de la trampa en su lugar. Estoy sintiendo muy fuertemente que si mantengo ese maldito "no puedo" con el sentido normal, sigo en el mismo lugar. Me están resultando muy inspiradoras varias ideas de Jodorowsky con eso que ha dado en llamar "psicomagia", una especie de prestidigitación (o más interesante, como diría Peter Carroll, en lugar de "sleight of hand", "sleight of mind") mediante la cual se engaña a la mente que sostiene estos guiones, dándoles realización para "cumplir" la maldición del hechizo entrampador, descargarlo, y seguir adelante. Engañar al engañador... todo un asunto muy "mercurial", como toda magia, y la mente, en definitiva.

Espero no haber aburrido demasiado.


I prefer to be a dreamer among the humblest, with visions to berealized, than lord among those without dreams and desires.~ Kahil Gibran ~

domingo, julio 02, 2006

lunes, junio 12, 2006

Guerra

Acabo de ver la película "Lord of War" (o El señor de la guerra) y recomiendo verla. Eso sí, recomiendo inocularse con una dosis de Alienol (o con un poco de suerte, ya están inmunizados) porque es bastante impactante. O al menos eso me pareció a mí, será que olvidé mi dosis de hoy. En dos palabras, es sobre una de las realidades más fuertes de nuestro mundo: el contrabando de armas. En realidad, lo que más me inquieta, es que no puedo quitarme del medio de todo el asunto. No trafico armas, lo lamento si ya estaban haciendo sus pedidos u horrorizándose. Es decir, de alguna manera, todos estamos metidos en este rollo caleidoscópico que es la humanidad, con todas sus actividades. Desde ya, no soy directamente responsable de que en Liberia resuelvan sus diferencias a los hachazos (o más cerca, si miramos con atención), pero todo el estadod de las cosas es un asunto sistémico. Todo tiene que ver con todo. Supongo que mirar ciertas realidades que ocurren en todo el mundo (aquí también) es demasiado para algunas personas. Supongo que todos preferimos pensar que todas las cosas, materiales y no materiales, de las que está hecho nuestro mundo cotidiano no tienen nada que ver con esos despelotes es más tranquilizante, pero no lo es. Tanto en aspectos económicos como concienciales, todo tiene que ver con todo. Nuestro cotidiano, en algunos casos aparentemente aburrido, en otros alienado, en otros más o menos "despierto" está vinculado. El hecho mismo de que consideremos que no tiene nada que ver, tiene que ver. Que todos prefiramos pensar que somos bolitas aisladas en un gran pelotero, tiene todo que ver. Porque un patrón generalizado de creencia en que solo tenemos que ver con "nuestra quintita" contribuye al equilibrio que permite que esas bestialidades ocurran. El mero hecho de que prefiramos estar "todo bien" con cómo funciona esta realidad que creamos entre todos, contribuye a que se sostenga. Pensamos que si no hay una gran revuelta liderada por gente con dotes políticas, nada cambiará, cuando en realidad lo que muestran las grandes revueltas y las dotes políticas es que nada termina cambiando. Es extraño, porque algunas cosas sí cambian. Digo, al menos en algunos lugares del mundo no andamos generalmente a hachazo limpio por la vida. Pero no termino de creerme esto. Siento que el hachazo sigue ocurriendo aquí y allá, en nuestras vidas cotidianas. Y además de esto, reitero, creo que la vida misma es un gran "campo" (o patrón, red), y estamos hipnotizados con la percepción heredada de nuestra evolución de que las cosas son "bolitas aisladas", y nosotros mismos. No tengo la solución, en el sentido de esa revuelta con dotes políticas, pero se me ocurre que aunque sea el reconocimiento de que algo ocurre (la vida) que nos involucra a TODOS, es un paso necesario. Las fuerzas que tienden a que todo se mantenga igual son enormes, monumentales. Y no creo que sean sobre todo agentes externos, agencias gubernamentales, empresarios malévolos. Es el campo en el que todos participamos y que todos co-creamos. Porque no hay oferta sin demanda, la balanza está siempre equilibrada. Todos formamos parte de todo lo que ocurre, y mientras antes nos percatemos realmente de esto (porque es muy simple pensar un rato en esto, sentirse mal otro tanto, y seguir exactamente como antes), mejor. La vida misma requiere un cierto empujoncito para seguir adelante en este maremágnum que es nuestra vida. Es extraña la situación del ser humano, porque uno puede pensar que los animales u otras formas de vida no tienen mucha opción. Pero nosotros la tenemos. Y no me refiero a un partido político u otro. La opción es otra. Y no es, por cierto, ninguno de los paquetes de verdad completa que tanto abundan en esta época de vacío de sentido verdadero. Es preciso que miremos al agujero negro de nuestra naturaleza, de nuestra realidad, y no me refiero necesariamente a nivel global. Nuestra vida es lo más cercano, y donde están todas las semillas. ¿Hay alguna fuerza vital que nutra nuestra esencia? No encontraremos de eso en los tantos paquetes ya preparados que tanto abundan. Eso se va hallando en la sangre misma, después de que todos los empaquetados salen de escena.

En todo caso, quisiera volver al núcleo. Siento en el alma que todos, todos, todos, tenemos que ver con esto. Uno puede preguntarse qué hacer. Sonará gaseoso quizás, pero no hay fórmula universal, más que a un nivel muy abstracto (cada vida es un mundo con su propio lenguaje). En primer lugar, preguntarse, es el primer paso para todo. No es sólo el tema de las armas, es todo lo que ocurre en este mundo, globalmente y personalmente. Porque la tragedia de poblaciones arrasadas por el hambre y la violencia tienen su armónico en otra octava, en la tragedia de la vida de una persona aplastada por el sinsentido, y lo más importante (pues todos pasamos por la escuela del vacío sin sentido en algún momento, casi diría que tiene su tono místico el asunto), que haya perdido la más sutil esperanza de su espíritu. Esta no puede abrevarse en ninguna serie de objetos o cosas, lo único que puede mantener a una persona realmente viva es resonar con los armónicos de la vida misma, que aunque suene volado, no tiene tanta distancia de las cosas mágicas que ocurren en la vida de uno, como al sentir que halla qué sabe uno hacer bien, o cuando siente el amor realmente en sus tripas. No tienen por qué ser momentos aislados en medio de la bestialidad. El gran mensaje de los místicos es que esto ocurre constantemente, solo que "no lo escuchamos". Entonces, ¿qué hacer? En primer lugar, ya preguntarse esto es el paso decisivo. Cuando se despierta la curiosidad, el universo mismo parece responder. Eventos fortuitos, diálogos inesperados, mensajes por canales aparentemente no destinados a nosotros, todo parece responder a un armónico extraño que disparó nuestra inquietud. Todo esto puede volverse fácilmente delirante, si seguimos buscando "sentidos últimos" basados en mensajes personales e interpretándolos febrilmente. Pero cierta fe en la vida misma es el único sustrato posible. Las luces emanadas de corazones con chispa viva pueden realmente hacer una masa crítica y voltear la obra de mil revoluciones con "dotes políticas". Serán, tal vez, parte del mundo actual real, pero no tienen por qué dictar la vibración del flujo de la vida.

En todo caso, TODOS SOMOS PARTE DE ESTA OBRA, DE ESTE JUEGO. Aunque nos ocultemos en la anonimidad de nuestras vidas aparentemente aisladas, esto no es más que otra forma de jugar, jugando a no jugar. Se podrá argumentar que muchos somos "personajes secundarios" en una obra ya en ejecución. Pero figúrense ustedes La Traviata a pleno, en un gran teatro. Acaso la obra no dependa de los personajes secundarios, pero si uno de ellos alza su voz o cambia la armonía respecto a la obra, aparentemente inconfrontable, se producen efectos. OK, La Traviata es bellísima, sea, pero ¿y si la obra que todos ejecutamos consistiera en chirridos dañinos para nuestros oídos? ¿Y si pasáramos a buscar la armonía base de la obra, aunque sea probando otros tonos, sin saber bien qué encontraremos? O más extraño aún, si alguien del público, aparentemente inactivo en la obra, se alzara ante los chirridos y comenzara a cantar la armonía que siente en su alma? O al menos comenzara a buscar su voz, su propio tono, ¿no habría efectos? Cada uno puede explorar modos de preguntarse, de cuestionarse, de intentar despertar. TODO TIENE QUE VER CON TODO, todo lo que consumimos, conversamos, observamos, recorremos, caminamos, trabajamos, todo forma parte de este gran juego que muchas veces repudiamos. ¿Qué hacer? No tengo la respuesta, pero hay un camino de inquietud latiendo en cada corazón, un camino de búsqueda sincera. Acaso para uno sea cambiar de trabajo, acaso para otro sea simplemente al principio preguntarse, inquietarse. Esto es una opinión, sea, soy una sola persona, pero no soy una sola persona. Aseguro que hay una "vibra" recorriendo la vida, que es la vida misma, y sólo con preguntarse, está dispuesta a responder, y a invitar a resonar.

TODO TIENE QUE VER CON TODO
TODOS TENEMOS QUE VER CON TODOS
¿Cómo sigue el camino?
¿Cuál es la alternativa? Nada, o siempre lo mismo, sabiendo que todos participamos en el juego, lo que sea que estemos jugando, aunque creamos estar aislados en nuestro aislamiento. No hay aislamiento en esta gran obra, sólo variaciones de tonalidad o tema. ¿Qué tema vamos a ejecutar?